Algunas de las más grandes empresas han recurrido a la “quiebra” para poder, por así decirlo, “organizar la casa”. Las personas también podían hacerlo, gracias a la llamada Ley de Insolvencia, pero ahora está en manos del Congreso revivir esta ley.
“Nosotros lamentamos profundamente que la Corte (Constitucional) le haya arrebatado de las manos a miles de colombianos la posibilidad de poder encontrar una reestructuración, una segunda oportunidad de sus deudas”, afirmó el ponente de esta iniciativa, y hoy presidente de la Cámara de Representantes, Simón Gaviria, minutos antes de radicar nuevamente un proyecto de Ley, con los mismos artículos previamente aprobados, para darle un trámite “expedito”.
Gaviria resaltó que la razón para que la Corte lo “tumbara” es que el Ministerio del Interior del Gobierno anterior no publicó en la Gaceta Oficial, como manda la ley, el decreto que convocaba a sesiones extraordinarias. Sin embargo, aclaró que los magistrados ratificaron “que todo el trámite del Congreso, como todos los temas de fondo, son constitucionales y válidos”.
Nuevo espacio para propuestas
El texto general es de “amplio consenso” según el presidente de la Cámara de Representantes. Aún así, planteó que “habrá que revisar unos temas en materia de tarifas que le van a cobrar al consumidor, pensamos que pueden ser un poquito más bajas”.
De igual forma, la Superintendencia de Sociedades, como entidad experta en insolvencia en Colombia y que acompañó tanto el proceso en el Congreso, como la reglamentación que solo hace seis días había terminado, busca aportar a este proyecto.
El superintendente de Sociedades, Luis Guillermo Vélez Cabrera, destacó la importancia de este proyecto para aquellas personas que no pueden pagar sus deudas, no que no quieran pagarlas.
Agregó que trabajaran en incluir un punto nuevo. “(En) la ley que acaba de ser declarada inexequible no podía la persona sino refinanciar sus deudas. Queremos introducir un mecanismo que existe en las legislaciones de Estados Unidos y en la europea, en donde la persona pueda liquidar su patrimonio”.
Es decir, que pueda lograr saldar sus deudas con apartamentos, carros u otros bienes que haya adquirido, hasta el momento en que verdaderamente no pueda pagar más con estos. Pero a diferencia de hoy, con la posibilidad de que si hay un saldo restante, éste sea “perdonado”.
Según el superintendente, se busca con esto que una persona no quede en una “situación de insolvencia crónica eterna”, en ocasiones con sueldos embargados, aún luego de perder sus bienes.
Eso sí, reconoció Vélez que este mecanismo puede llevar a fraudes y que tiene que tener unos controles muy grandes, pero se mostró confiado, al igual que el representante Simón Gaviria, de que para finales de 2012 tengamos un “sistema de insolvencia mucho más completo”.
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