La Universidad de Antioquia no ha salido de una crisis y ya está ad portas de meterse en otra. Mientras busca el faltante de 134 mil millones de pesos para terminar el año financiero, los 2 billones de pesos que requiere el presupuesto de 2026 no se han aprobado en el Consejo Superior Universitario.
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“Todavía tenemos tiempo de aprobarlo, pero indiscutiblemente ya son muy cortos los tiempos, por eso hemos hecho un llamado como representación profesoral a todos los consejeros a poner encima la Universidad de Antioquia y dejar a un lado rencillas políticas, personales”, dijo María Isabel Duque, representante de docentes ante el Consejo Superior de la universidad.
Y es que la alma máter corre una contrarreloj. El presupuesto debe aprobarse en dos debates antes de finalizar el 2025, de no ser así, actividad académica y contrataciones de inicio de año podrían estar paralizadas.
La polémica alrededor del delegado presidencial en ese cuerpo colegiado, Wilmar Mejía, quien además hace parte de la Dirección de Inteligencia del Estado, ha llevado a la suspensión en dos ocasiones de las sesiones que por tiempos sería complejo reprogramar antes de finalizar 2025.
“Para nosotros el centro tiene que ser la universidad, lo que está pasando, la crisis financiera y no una disputa entre el Gobierno nacional y el gobierno departamental”, manifestó Juan Manuel Muñoz, representante estudiantil ante el Consejo Superior.
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Todas las sesiones extraordinarias del Consejo Superior Universitario deben programarse con cinco días hábiles de antelación. Docentes y estudiantes exigen que se vuelva a sesionar exclusivamente para debatir las finanzas de la UdeA.
