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2 diciembre, 2025 Medellín

¿Por qué llueve tanto en Medellín? La ciencia y la IA detrás del clima en el Valle de Aburrá

Noticia por: Noticias Telemedellín

La ciudad de Medellín es famosa por sus montañas, su eterna primavera y sus aguaceros repentinos. 

Para muchos visitantes, e incluso para quienes viven aquí, la cantidad de lluvia puede parecer exagerada. Pero detrás de esos chaparrones casi diarios existe toda una combinación de ciencia, geografía y dinámica atmosférica que explica por qué la capital antioqueña es tan húmeda.

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1. El Valle de Aburrá: un “embudo” natural de humedad:

Medellín está enclavada en un valle estrecho rodeado de montañas por todos lados.
Esa forma de embudo funciona como una trampa para la humedad que llega desde el Chocó, una de las zonas más lluviosas del mundo, y desde el Magdalena.

Cuando ese aire húmedo entra al valle y se encuentra con las montañas, asciende rápidamente. Y cuando el aire sube, se enfría; cuando se enfría, se forman nubes y lluvia.
Es lo que los meteorólogos llaman lluvia orográfica.

2. Una ciudad con dos temporadas de lluvias bien marcadas:

Como buena ciudad Andina cercana al Ecuador, Medellín no tiene estaciones tradicionales, pero sí dos periodos de lluvias fuertes (marzo–mayo y septiembre–noviembre) y dos temporadas un poco más secas.

La razón está en la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), una franja de nubes que circula alrededor del planeta y que sube y baja a lo largo del año. Cuando esa franja pasa cerca de Colombia, aumenta la nubosidad y llegan las lluvias.

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3. Corrientes de aire y vientos que empujan tormentas hacia la ciudad:

Los vientos del Pacífico, cargados de humedad, chocan con la cordillera Occidental. Esa pared de montañas forza el ascenso del aire, potenciando las lluvias. Además, las brisas de montaña que bajan en la noche y suben en el día crean ciclos locales que favorecen la formación de nubes en las tardes, justo cuando suelen registrarse los aguaceros.

4. El calor urbano: la ciudad también fabrica nubes.

El crecimiento de Medellín ha cambiado la forma en que la ciudad se calienta. El concreto y el asfalto absorben calor durante el día, generando lo que se conoce como “isla de calor urbana”.

Ese calor adicional hace que el aire suba más rápido y se potencie la convección (el movimiento vertical del aire), lo cual facilita la formación de nubes y tormentas, especialmente en las tardes.

5. La humedad de los cerros tutelares:

Los cerros como Nutibara, El Volador o Pan de Azúcar actúan como pequeñas “fábricas de humedad”. Sus zonas verdes permiten que el agua se evapore lentamente, alimentando la humedad local y estabilizando el microclima, lo cual también favorece que las lluvias aparezcan con más facilidad.

Entonces… ¿Por qué llueve tanto en Medellín?

Porque aquí se juntan montañas, humedad, calor, vientos y ubicación geográfica. Todo esto crea el escenario perfecto para que las nubes se formen rápido y descarguen lluvia, especialmente en las tardes y en temporadas de transición.

Medellín no solo es la ciudad de la eterna primavera: también es un verdadero laboratorio del clima tropical.