Las calles de Medellín se volvieron en la pista del trineo amarillo de cuatro ruedas de Papá Noel. Con más de 3 mil bombillos, Fabián lleva la magia no solo a cada pasajero y turista que aborda, sino que transforma cada carrera en una oportunidad para llevar regalos a los niños en esta Navidad.
Todos saben que Papá Noel trae los regalos, pero también hace carreras en todos los barrios de Medellín. A las dos de la tarde, las calles de Medellín se vuelve la pista de este trineo amarillo cuyo piloto es Papá Noel, uno bien paisa.
Con más de 3.000 bombillos alimentados por paneles solares, este taxi ilumina las calles de Medellín y los corazones de sus pasajeros con la elocuencia de su alma.
Al abrir la puerta del vehículo, ingresas al mismísimo espíritu de la Navidad, con adornos, guirnaldas y los tableros: un pesebre, el que no puede faltar.
Para los turistas y visitantes, el trineo rodante de Papá Noel no pasa desapercibido. Hasta aumentan sus carreritas.
Papá Noel taxista lo lleva a su destino en su trineo amarillo
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