Inundaciones, descargas eléctricas y más de 200 movimientos en masa es el panorama que ha dejado la temporada de lluvias a la fecha en Antioquia, cobrando la vida de al menos 39 personas.
Desde el Dagran han pedido a las autoridades locales hacer un monitoreo constante de laderas y el reporte oportuno de situaciones que puedan desencadenar alguna emergencia.
“Tenemos que evitar que está situación siga ocurriendo, hay que estar muy alertas a los árboles que se están inclinando, a las caídas de rocas, a movimientos inusuales que se presenten en la casa”, indicó Carlos Mario Zuluaga, director (e) del Dagran.
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El caso de muerte más reciente en el departamento es el de un niño de 3 años en el municipio de Tarazá, donde la vivienda en la que vivía con sus padres se desplomó por la inestabilidad del terreno. En subregiones como el Oriente, Suroeste, Occidente y Valle de Aburrá están en alerta ante el riesgo de deslizamientos.
“Evitemos construir en altas pendientes, evitemos disponer aguas residuales o agua de los acueductos que estén pendientes abajo que son los grandes generadores de desplazamientos. La prevención es una responsabilidad de todos”, agregó Zuluaga.
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Este año el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Antioquia ha destinado más de 1.600 millones de pesos para ejecutar obras de mitigación en zonas con riesgo.
