Si en algo están de acuerdo los profesores de la Universidad de Antioquia, el rector y el Secretario de Educación de Antioquia es que la crisis no es solo financiera, sino estructural. Es una situación que viene aproximadamente desde 1992 con la implementación de la ley 30, a lo que se le suma el incremento de la calificación y la productividad de los profesores.
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“Entonces hay un déficit que se vuelve estructural porque el crecimiento del gasto de personal aumenta a una tasa mayor que lo que crecen los ingresos”, manifestó Mauricio Alviar Ramírez, secretario de Educación de Antioquia.
El déficit supera los 100 mil millones de pesos, aunque la cifra sigue siendo inexacta, pues mientras los directivos dicen que son 148 mil, el cuerpo docente afirma que ya supera los 160 mil, a pesar de las acciones implementadas para reducirla.
Docentes de la Universidad de Antioquia dejan ver preocupación por crisis financiera
“Esto no lo rebaja ni el crédito que se está tramitando, ni lo rebaja la venta de la Hacienda El Progreso, eso ya está incluido y sigue siendo un hueco de 160 mil millones”, señaló María Isabel Duque, representante profesoral CSU.
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Uno de los temas más llamativos frente al déficit es la nómina de los 1.700 docentes que hacen parte de la institución, de los cuáles el 1% reciben un salario superior a los 40 millones de pesos, gracias al decreto 1279 del 2002.
“Ha generado unos déficits en términos financieros que no son suplidos por el Estado y que también lo necesitamos”, indicó John Jairo Arboleda, rector Universidad de Antioquia.
En respuesta a este debate, se implementó un plan de austeridad, el cual redujo las horas de cátedra, lo que se convirtió en uno de los principales reclamos por parte del profesorado, quienes afirman que la crisis no se resuelve con la disminución en la planta de profesores.