Detrás del aroma inconfundible de las crispetas que han acompañado a generaciones en el parque de Envigado está Lucía Padilla, una emprendedora que da ejemplo con su dedicación y amor por el servicio a los demás.
Todo comenzó con un pequeño negocio de crispetas que, con el paso del tiempo, se convirtió en símbolo de tradición y perseverancia para su familia. Esta es una historia Sin Miedo al Éxito.