En el norte del Valle de Aburrá, entre Bello y Medellín, ha crecido sin control uno de los asentamientos humanos más grandes del país: Nueva Jerusalén.
Después de una acción popular, las administraciones de estos dos municipios se ponen de acuerdo para trabajar en la legalización de estos predios.
“Lo que le hemos solicitado a los concejales de Medellín en varias reuniones que hemos tenido con ellos es que activemos la mesa de cumplimiento de la acción popular, concertemos con la Alcaldía de Medellín las distintas acciones que son competencia de Medellín y de Bello y que, una vez avancemos en el cumplimiento del fallo judicial, entonces ahí sí proceder a hacer la cesión en el marco del proceso de legalización”, indicó Juan David Casas, secretario de Planeación de Bello.
Medellín busca ceder a Bello los predios El Cortado, en la comuna 1, y Belvedere, en la comuna 11, pero desde Bello piden debatir las responsabilidades compartidas antes de realizar la cesión.
“Es así como se toma la decisión, después de esta mesa de trabajo, que más bien se van a retirar estos inmuebles hasta tanto no se continúe con las mesas técnicas que tenían entre las dos administraciones. Cuando se tenga claridad, se podrá retomar por parte de la administración y ya podrán hacer la solicitud nuevamente al Concejo para traerlo a plenaria”, explicó Leticia Orrego, concejal de Medellín.
Nueva Jerusalén es un asentamiento de crecimiento informal que, en la actualidad, tiene alrededor de 25 mil habitantes y se encuentra entre las comunas 1 y 3 del municipio de Bello.
Con la modificación excepcional del Plan de Ordenamiento Territorial, se daría vía libre para el paso de suelo rural a urbano, además de la legalización y titulaciones de los predios, al igual que la posibilidad de llevar servicios públicos a este sector de aproximadamente 60 hectáreas.