Debido a los hechos terroristas en Anorí, los padres de familia sienten temor de enviar a sus hijos a la escuela. Cerca de 200 estudiantes están desescolarizados.
Para los expertos, la guerra tiene reglas, y poner una caneca frente al Centro de Desarrollo Infantil (CDI) en Anorí y una bandera de las disidencias de las Farc es una amenaza contundente en contra de los niños y niñas.
Ante esto, la directora del ICBF rechazó el hecho y mostró su preocupación por el temor de los padres de familia de enviar a sus hijos a clases.
“Tenemos más de 200 niños y niñas con los que hemos tenido que flexibilizar la atención en el municipio, por el temor de las familias de llevarlos a los centros de desarrollo infantil. Hacemos el llamado enérgico, no solamente al frente 36, sino a todos los actores armados de respetar los sitios donde están los niños y las niñas”, indicó Astrid Cáceres, directora del ICBF.
El ICBF pide a los grupos terroristas no involucrar los niños y niñas en la guerra. Además, esto representa una amenaza al derecho internacional humanitario.
“Si el Gobierno nacional no le pone también unas condiciones muy serias a esos grupos guerrilleros para que respeten absolutamente a los niños y a sus centros educativos; y ahí está la ONU mirando, la ONU también tiene que manifestarse”, afirmó Fernando Armando Vargas, analista del conflicto armado.
El ICBF anunció denuncias y compulsas ante todas las instancias para denunciar este acto terrorista, que puso en riesgo la vida de más de 50 niños y niñas del CDI en Anorí.