El Cairo, 8 dic (EFE).- El diálogo convocado por el presidente egipcio, Mohamed Mursi, para dar una salida a la crisis comenzó hoy con la presencia de personalidades y grupos políticos, en su mayoría afines a los islamistas, y con la ausencia de los líderes de la oposición laica.
Entre los participantes figuran los presidentes del partido islamista moderado Al Wasat, Abu Laela Madi, y del salafista Al Nur, Emad Abdel Gafur, según la agencia de noticias egipcia, Mena.
El gran imán de Al Azhar, el jeque Ahmad el Tayeb, y el prestigioso predicador islámico y líder del Partido de Egipto, Amr Jaled, también están entre los asistentes.
Además, acude el dirigente del Partido Gad de la Revolución, Ayman Nur, que disputó al expresidente Hosni Mubarak las elecciones de 2005 y que en los pasados comicios legislativos integraba la alianza de los Hermanos Musulmanes.
Como era de esperar, a la cita fue el presidente del Partido Liberad y Justicia (PLJ), Mohamed Katatni, la formación que encabezó Mursi hasta asumir la Presidencia.
En la reunión, los grandes ausentes son los líderes del opositor Frente del Salvación Nacional (FSN) el expremio Nobel de la Paz, Mohamed Baradei; el ex secretario general de la Liga Árabe, Amr Musa; y el excandidato presidencial, Hamdin Sabahi.
Mursi convocó en su discurso del pasado jueves a un diálogo a los grupos políticos, jóvenes de la revolución y los jueces con el fin de "lograr un acuerdo global para salir de la división".
Sin embargo, la oposición laica, agrupada en el FSN, rechazó participar en el diálogo al considerar que el presidente ha ignorado sus reivindicaciones de anular el acta constitucional con la que blindó sus poderes y la convocatoria del referéndum sobre la Carta Magna.
En la últimas horas circularon rumores sobre los participantes en este diálogo, y entre ellos se citaba a Musa, que decían se habría retirado del Frente.
Pero el ex secretario general de la Liga Árabe y presidente del opositor Partido de la Conferencia negó hoy en su cuenta de Twitter estas informaciones.
En un intento de persuadir a la oposición para que participe en el diálogo, el vicepresidente Mahmud Meki aseguró ayer que Mursi está dispuesto a aceptar un retraso del referéndum constitucional, previsto para el próximo día 15, con la condición de que este aplazamiento no pueda ser recurrido ante la Justicia.
Además, las Fuerzas Armadas de Egipto alertaron hoy de que si los distintos grupos políticos no alcanzan un consenso para salir de la actual crisis las consecuencias pueden ser trágicas, algo que, aseguraron, no están dispuestos a permitir.
Entretanto, algunos cientos de manifestantes opositores han instalado tiendas de campañas en los alrededores de la sede Presidencial para presionar a Mursi a que dé marcha atrás en sus decisiones.