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Al menos 37 personas murieron por asfixia y más de 50 resultaron heridas tras el ataque a un casino de Manila, por un hombre que incendió el local antes de huir y morir, afirmaron este viernes la autoridades filipinas, que descartaron la pista terrorista.
El hombre, descrito por las autoridades como un ladrón que padecía disturbios psicológicos, empezó a medianoche local a disparar en el casino con un fusil de asalto M4, y roció luego con gasolina una mesa de apuestas y le prendió fuego, según el jefe de la policía filipina, Ronald Dela Rosa.
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La policía anunció que los cadáveres de las 37 víctimas fueron descubiertos en el casino. Todos perecieron al inhalar humo tóxico procedente de la combustión de las alfombras.
El atacante fue hallado muerto más tarde tras un aparente suicidio en un hotel adyacente.
