Estas cifras reflejan no solo la presencia activa de estos reptiles en la región, sino también la urgencia de fortalecer la educación y la sensibilización ambiental frente a ellas. Andrés Gómez Higuita, supervisor del CAVR menciona que “las serpientes no son agresoras. Su papel en los ecosistemas es clave porque ayudan a controlar plagas como los roedores, previniendo enfermedades y protegiendo cultivos”.
El llamado del Área Metropolitana es claro, dejar atrás mitos y temores infundados. Más de 30 especies han sido identificadas en el Valle de Aburrá, la mayoría inofensivas para los humanos. Algunas, como la Clelia clelia (Matabuey) o ciertas falsas corales, incluso se alimentan de otras serpientes. Ante cualquier avistamiento o caso de herida, la ciudadanía puede comunicarse con la línea de emergencias 3046300090 para recibir atención profesional y oportuna.