Más de 1.000 campesinos e indígenas siguen confinados por los enfrentamientos de grupos armados ilegales en los municipios de Segovia y Remedios. Las víctimas no han podido cosechar sus alimentos.
La unidad para las víctimas alertó que 338 familias siguen confinadas y desplazadas en las zonas rurales de Segovia y Remedios, Nordeste de Antioquia, por los enfrentamientos de los grupos armados ilegales.
Los enfrentamientos entre las disidencias de las Farc, el ELN y el Clan del Golfo tienen sitiados en sus casas a 207 familias campesinas y a 131 familias indígenas en sus resguardos, que no han podido cazar ni recoger las cosechas de sus cultivos de pancoger.
La Unidad para las Víctimas en Antioquia envió una comisión que entregó 28 toneladas de alimentos y kits de aseo para atender a 1.000 campesinos e indígenas en el resguardo “La Po”, las cabeceras municipales de Segovia y Remedios y en la vereda Altos de Manila; mientras que la fuerza pública restablece la seguridad de esos territorios.
Cabe recordar que la situación ha sido tan crítica en Segovia, que la entonces secretaria de gobierno, Ana María Espinosa, renunció a su cargo a solo tres meses de posesionada por amenazas de los grupos ilegales.
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