Porque en Medellín somos así les contamos la historia de una mujer que, en pleno centro de Medellín, creó un rincón lleno de historia, sabores y raíces del Chocó.
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Su propuesta nace como una cocina migrante, tejida con recuerdos y aprendizajes que se trasladaron con ella desde el Chocó hasta Medellín, donde Diorlin empezó vendiendo waffles y terminó fundando un restaurante a la usanza y con los sabores de su tierra.
Allí, entre el bullicio de la ciudad, Diorlin Mena Andrade ha construido más que un restaurante: ha creado un puente entre el Pacífico colombiano y la capital antioqueña, donde cada plato cuenta su historia y la de su gente.
En sus fogones se preparan platos como típicos como el arroz con longaniza, el atollado, el pescado, entre otros, su cocina no solo alimenta, también reconecta, honra la tradición y dignifica la identidad afrocolombiana.
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Su restaurante es un homenaje a la memoria de un territorio rico en cultura, sabores y resiliencia.