Los más perjudicados con la eliminación de los equipos antioqueños de la liga colombiana, principalmente de Atlético Nacional e Independiente Medellín, son los venteros del estadio, quienes estiman millonarias pérdidas.
Jhonny Rivas lleva 20 años parqueando su carrito de comidas, enfrente del Obelisco, cada que juegan Nacional y Medellín. Gracias al carbón, la parrilla y un olor inconfundible prepara los chuzos, longanizas y las mazorcas que le dejan una ganancia aproximada de 200 mil pesos por partido.
Hoy ve como la eliminación de los equipos grandes del fútbol paisa de las instancias finales le impedirá conseguir su sustento durante los próximos tres meses.
Se estima que 170 familias trabajan en los negocios ubicados a las afueras de la Unidad Deportiva, sin contar a los 400 venteros que trabajan al interior del Estadio, sin contar centenares de vendedores que son itinerantes y que ven en el fútbol un público objetivo.
Ellos aseguran que ya sus ventas estaban afectadas por el mal momento futbolístico de ambos equipos y que ahora perderán unos 300 millones de pesos.
El próximo partido oficial que se jugará en el Estadio Atanasio Girardot será el 29 de mayo entre Independiente Medellín y Always Ready de Bolivia y luego serán dos meses más sin fútbol, es por eso que los venteros planean estrategias como decorar de manera especial sus locales para la Copa América y así intentar amortiguar las pérdidas.
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