Naciones Unidas, 1 mar (EFE).- La Unesco pidió hoy a la comunidad internacional, y en concreto al Consejo de Seguridad de la ONU, que acabe con la impunidad de quienes violan a niñas, atacan colegios o cometen otros delitos con los que "roban la posibilidad de educarse y labrarse un futuro a 28 millones de menores en todo el mundo".
"A veces se considera que los ataques a las escuelas en zonas de guerra son 'daños colaterales', pero no es así: los niños y los colegios se han convertido en objetivo directo de ataques, violaciones y agresiones sexuales en lugares como Palestina, Sudán o Pakistán", denunció hoy Kevin Watkins.
Watkins es el máximo responsable del último informe global de la Unesco, llamado "La crisis escondida: conflictos armados y educación" y difundido hoy en Nueva York en una presentación en la que participaron la directora de ese organismo, Irina Bokova, y la de ONU Mujeres, Michelle Bachelet, entre otras personalidades.
Todos ellos quisieron denunciar la situación que atraviesan cada día millones de niños en zonas de conflicto y pedir que, en palabras de Watkins, se pase de "las resoluciones a los hechos".
"La palabra que se va repitiendo una y otra vez es 'impunidad'. Quienes violan a niñas o atacan colegios muchas veces no son perseguidos por sus acciones", denunció Watkins, quien pidió que el "Consejo de Seguridad de la ONU ponga nombre a quienes cometen esas violaciones y tome las acciones que sean necesarias".
El informe revela que el 42 % de los menores de edad que no tienen la posibilidad de educarse, unos 28 millones, viven en países afectados por los conflictos armados.
"La cifra de 28 millones es una estadística, pero las vidas y oportunidades de esos niños están siendo destrozadas, se les está privando de lo que todos nosotros damos por hecho", lamentó Watkins.
El experto insistió en que la comunidad internacional tiene que empezar a tomar medidas concretas, entre ellas elevar la ayuda internacional que se destina a educación.
"Soy consciente de que con la crisis presupuestaria que están viviendo tantos países donantes es difícil pedir que se aumente la ayuda para educación", dijo Watkins, quien aseguró que se necesitan 16.000 millones de dólares anuales para acabar con la brecha de financiación en este ámbito, "una cifra menor que las bonificaciones que se pagaron el año pasado en Wall Street".
"La pregunta radica en lograr que 67 millones de niños puedan ir al colegio con toda la esperanza que eso crea, la reducción de pobreza, la paz y seguridad, o, por el contrario, poner más dinero en presupuestos militares", afirmó.
El informe recuerda que todavía hay muchos países que invierten más en el Ejército que en educación primaria, entre ellos Estados Unidos, y que con el dinero que gastan los países ricos en defensa en sólo seis días se podrían recaudar esos 16.000 millones necesarios para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) relacionados con la educación en 2015.
"Pero no estamos encaminados a lograr los ODM", lamentó la directora general de la Unesco, Irina Bokova, quien defendió la educación como la mejor herramienta para "salvar a generaciones futuras de la guerra".
"La mala educación también puede llevar a conflictos, a crear prejuicios y reforzar divisiones sociales. Lo que tenemos que apoyar es la educación que incluya a todos en el sistema, que llegue a todos y se base en derechos humanos y cívicos, lo que evita que las sociedades repitan las pesadillas de la historia", defendió Bokova durante la presentación de un trabajo suscrito, entre otros, por los Nobel de la Paz Desmond Tutu, Oscar Arias, Shirin Ebadi y José Ramos Horta.
La máxima responsable de ONU Mujeres y ex presidenta de Chile, Michelle Bachelet, también defendió durante la presentación que "la educación es una de las mejores armas para acabar con la pobreza".
Bachelet hizo especial hincapié en el problema de se cometan las violaciones a niñas en países en guerra que denuncia la Unesco y condenó que en esos países tanto las menores como sus padres sufran riesgos por el mero hecho acudir a las escuelas.
"Un niño puede desarrollar todo su talento y sus capacidades si se le da la oportunidad, no sólo sus capacidades intelectuales sino también emocionales, de autoestima y dignidad", aseguró Bachelet, quien defendió que "todo eso puede ser posible si hay una voluntad política".