Pico y placa Medellín

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La Otra Final: Un Partido de Bolsillo

Desde el año 2002 cuando empezaron a jugarse los torneos cortos en Colombia, se han disputado 34 finales, en 20 de ellas estuvieron involucrados los equipos de la capital antioqueña. Atlético Nacional jugó 12, Independiente Medellín 7 y una más la disputaron rojos y verdes en el estadio Atanasio Girardot.

Según datos de Fenalco Antioquia, cada partido de final del fútbol colombiano este año en Medellín representa una derrama económica para la ciudad de entre 25 y 30 mil millones de pesos distribuidos en la venta de licores, gaseosas, agua, ropa deportiva, transporte, impuestos, hoteles y aerolíneas.

Wagner Osías Ibargüen es uno de los 236 comerciantes instalados en los locales comerciales alrededor del estadio Atanasio Girardot, pero mucho antes de que existieran estos establecimientos, él encontró su forma de subsistir gracias a los partidos de fútbol.

Un día normal no se compara para nada según Wagner con los ingresos percibidos en un partido de una instancia importante y mucho más si se trata de una final en época decembrina.

Cuando juegan Nacional o Medellín es normal ver venteros ambulantes con una amplia variedad de productos, que van desde artículos de utilidad como carpas para la lluvia hasta decorativos y parafernalia como banderas, gorras, camisetas y bufandas. Ellos también ven en un partido de final la oportunidad de ganar lo que normalmente se ganan en un mes de trabajo.

Pero no todo es positivo para este sector del comercio en un partido triple A, pues las restricciones pueden ocasionar el efecto contrario según la ubicación del local, por eso los comerciantes deben ser recursivos para no depender solo de los eventos importantes en el estadio Atanasio Girardot.

Situación distinta viven los 32 arrendatarios del interior del estadio, que generan 480 empleos, quienes cuando no hay fútbol pasan por momentos complicados junto a sus familias. Elver Restrepo, Presidente de la Asociación de Venteros y Arrendatarios de la Unidad Deportiva Atanasio Girardot, recuerda como en dos ocasiones en las que los equipos de la capital antioqueña tuvieron un mal desempeño, él tuvo que tomar medidas desesperadas para no perder el contrato de arrendamiento que tenía.

Por eso, para ellos, es fundamental que ambos equipos lleguen a instancias finales.

La actual administración del Estadio Atanasio Girardot ha intentado mitigar esta situación para que los comerciantes no sientan tan fuerte el impacto económico y por ejemplo para este año les ha entregado una buena noticia.

El periodismo deportivo es otro sector que se afecta según el comportamiento de los equipos de la ciudad. Los contenidos cambian e incluso los formatos pueden variar para poder sostener programación durante todo el año.

Pero este no es el único inconveniente, los periodistas radiales, sobre todo, ven afectados sus ingresos si Nacional y Medellín no avanzan hasta el final del torneo, pues muchos de ellos dependen de la pauta que venden en sus programas y transmisiones.

En casos como el de esta final enfrentan una dualidad, pues solo se jugará un partido en diciembre y, aun así, los gastos del mes siguen siendo los mismos.

Los más experimentados en este terreno sugieren una buena planeación para no depender exclusivamente del desempeño de los equipos, además piden a la División Mayor del Fútbol Colombiano diseñar un torneo en el que necesariamente no haya más partidos, sino un espectáculo de mayor calidad, pues esto atraería más patrocinadores.

Por último, obviamente los más beneficiados son los mismos equipos que en un partido de final ven como sus bolsillos perciben ingresos por diferentes rubros.