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Santiago Henao es un pequeño judoca con parálisis cerebral espástica, que a pesar de su condición, no se impone límites para practicar este deporte.
Lo más difícil para él es el desplazamiento en silla de ruedas desde su casa en Aranjuez hasta la Unidad Deportiva Atanasio Girardot.
Pero cuando llega al Coliseo de Combate en compañía de su familia, todo el largo y difícil viaje se olvida. Después de un breve calentamiento, Santiago se pone a la par de sus pequeños amigos judocas.
La enfermedad de Santiago no le permite relajar los músculos y afecta su capacidad para controlar las extremidades. Pero el espíritu combativo de este niño le ha significado mejorar la movilidad gracias al judo.
Santiago no sólo ha mejorado la coordinación del cerebro con sus extremidades, sino en la relación con los demás niños.
Con apenas 11 años, este pequeño toma el judo como un juego, pero también sabe que este arte marcial es la mejor de las terapias que realiza durante la semana.
Judo o fútbol, esa es la gran duda que tiene Santiago acerca de lo que quiere hacer cuando sea grande.
Este pequeño judoca necesita una cirugía
Santiago necesita una intervención quirúrgica para liberar contracturas en los pies, rodillas y manos, que le ayuden a combatir la enfermedad.
La familia de este menor busca apoyo económico para costear los 40 millones que cuesta esta cirugía.
