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Ingresar hasta la primera línea es ingresar a un sector donde se prepara toda la estrategia de contención. La noche del domingo, a pocos metros del peaje de Niquía, quienes se preparaban para mantener el bloque hicieron uso de piedras, escudos hechizos, troncos y quemas en la vía pública .
Para quienes estaban en esa línea eran elementos de contención y no de ataques, por considerarse ciudadanos en resistencia y no vándalos.
Pese al bloqueo que había sobre la glorieta de Niquía, la orden era que se tenía que dejar pasar a misiones médicas y vehículos particulares en la que los ocupantes fueran niños o adultos mayores.
La tensión y el nerviosismo era tan alta entre estos jóvenes que llevaban capuchas y estaban siempre dispuesto a contener cualquier intento para dispersarlos, pues insistían en que su última opción era un enfrentamiento con la fuerza pública o el Esmad.
La jornada de protesta del domingo estuvo acompañada de un ataque al peaje de Niquía, movilizaciones, concentraciones y bloqueos que ocasionaron monumentales tacos en la autopista Norte. Inclusive, esta volqueta tuvo que regar el material en la vía.
