Pico y placa Medellín

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Escaperos: en la mira de las autoridades

Escaperos, mecheros, carteristas o “robo hormiga” se refiere al hurto de mercancías de bajo precio o pequeñas cantidades de dinero que generan pérdidas millonarias en el sector del comercio.

Tres años y cuatro meses  en la cárcel Bellavista, es la condena que está pagando un hombre por robar ocho juegos de sabanas de un reconocido almacén de cadena. Es la condena más alta obtenida recientemente en la ciudad de Medellín, la segunda ciudad donde más se presentan este tipo de robos.

Usualmente, cuando en el sector comercial se encontraba una persona robando, se conciliaba con el cliente para que pagara el dinero del artículo.

Según un abogado especialista en derecho penal, que  pidió reserva de su nombre, estos casos aumentan porque generalmente son delitos no denunciados ni judicializados y se vuelven recurrentes. De los casos  que  se presentan solo un 10% llega a un proceso legal y no porque la ley lo impida sino por desconocimiento.

En el caso mencionado se encontró que el hombre era reincidente y contaba como antecedentes por el delito de hurto agravado. Las sabanas avaluadas en $800.000 lo llevaron a la justicia y finalmente le impusieron  una condena ejemplar.

“El hecho de que este delito no se judicialice hace que se convierta en la cuna de la delincuencia, es decir, que una persona puede empezar robando un confite y como ve que no tiene un freno o un castigo, sigue en lo mismo y termina atracando un banco”, comentó Luis Anaya, gerente comercial de Alto Colombia, empresa especializada en la reducción de estas perdidas en almacenes de cadena y grandes superficies. Anaya además añade que “generalmente los reincidentes acuden a almacenes diferentes para no ser detectados y muchos tienen negocios de venta de los productos robados”.

Estudios desarrollados por Alto Colombia dicen que este no solo es un delito cometido por los visitantes sino también por los mismos trabajadores y proveedores, lo que dificulta la detección oportuna.

Los estudios muestran que en Medellín las mujeres son las que más roban con un 40%, frente a un 30% en Bogotá. Así mismo encontraron que ha ido aumentando el hurto cometido por menores de edad.

Otro resultado fue que las horas en las que más roban son entre las 3:00p.m. y las 8:00 p.m. reportándose el 60% de los casos; los días seleccionados por los delincuentes para sus cometidos son los fines de semana, cuando se presenta una mayor afluencia de compradores y los responsables de vigilancia tienen más trabajo.

Alianza con El Mundo