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En las últimas semanas hemos conocido una cantidad de noticias acerca de futbolistas colombianas que firmaron por equipos de España, Italia, Argentina, Estados Unidos y México. La incertidumbre con el inicio de la liga femenina en nuestro país y mejores condiciones laborales y de estudio produjeron esta apertura del mercado. Los equipos dedicados a formar talentos son los más perjudicados porque no hay en el fútbol femenino derechos de formación como sí en el masculino.
Hay 25 futbolistas colombianas que juegan actualmente en el exterior. De ellas, el 80% emigraron el último mes de nuestro país a varias ligas del mundo, principalmente a las de España e Italia. Algunas de las más recientes fueron Carolina Arbeláez y Lorena Bedoya presentadas con el Deportivo La Coruña, Carolina Arias del Atlético de Madrid, Daniela Caracas con el Club Logroño y la defensora antioqueña Manuela Vanegas quien firmó con el Espanyol de Barcelona esta semana.
Contratos por uno o dos años de duración, mejores condiciones económicas y de estudio en universidades privadas; además de la apertura del mercado internacional para las jugadoras colombianas produjeron esta masiva desbandada.
Aunque las transferencias internacionales benefician la profesionalización, las más recientes tienen en vilo a los clubes de desarrollo del fútbol femenino como Formas Íntimas, el más grande del país, debido a que la FIFA no ha reglamentado los derechos de formación y transferencias que sí existen en el balompié masculino.
Las jugadoras nacidas deportivamente en el Club Formas Íntimas que ahora está en el exterior son Lady Andrade en el Milán de Italia, Isabella Echeverry en Sevilla, Laura Águirre en el Cáceres, Carolina Arbeláez en La Coruña, Manuela Vanegas en el Espanyol, Sofía Montoya en Monterrey de México, Valentina Betancur en el fútbol universitario de Estados Unidos a las que se suman Liceth Serna y Naila Imbachi, quienes están a punto de firmar por clubes del exterior.
