El párroco de la iglesia de San Joaquín fue sedado y atracado por delincuentes, el sacerdote se encuentra fuera de peligro, mientras que las autoridades investigan para tratar de capturar a los ladrones.
El sacerdote recuerda que una persona de las que se encontraba en el despacho parroquial le ofreció una galleta, luego de comerla, se sentaron a hablar en la casa cural y después su mente se nubló. El párroco fue auxiliado por otro religioso que luego de tocar la puerta durante largo tiempo, y ver que no le abrían, buscó una llave, ingresó y encontró al sacerdote inconsciente.
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Los delincuentes hurtaron objetos personales del sacerdote y dinero en efectivo, así mismo, observaron que varios armarios de la casa cural habían sido violentados.
Las autoridades analizan videos de cámaras de seguridad de la parroquia y la casa cural, para determinar la identidad de dos personas que estarían involucradas en el hurto.