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Incontables son las historias que surgen entre el fútbol y sus millones de fanáticos alrededor del mundo. El pasado fin de semana Andrés Pinzón protagonizó una de ellas siguiendo por Colombia al Independiente Medellín.
Andrés es un ingeniero de 38 años que semanalmente procura montar en "cicla", los fines de semana sagradamente va al estadio y sigue al 'Poderoso' por diferentes ciudades del país cada que juega.
Cortesía Cultura DIM
El sábado tenía un motivo especial, el equipo de sus amores disputaba un partido importante pues no ganaba hace más de un mes. Ese fin de semana visitaba a Once Caldas con el objetivo de volver a la victoria.
"Hay que sudar la camiseta para que el equipo lo haga también" es lo que dice Andrés, por lo que pensó que para ayudarle a su equipo y sumergiéndose en ese mantra misterioso de las cábalas, debía ir hasta Manizales en bicicleta.
Así lo pensó y así lo hizo, fue un viaje de 160 kilómetros y más de 14 horas, al que muchos se opusieron y del que otros como Jorge Loaiza, su compañero de viaje también seguidor del 'Decano' de Colombia, se enamoraron.
Un recorrido de tal magnitud, y en bicicleta, deja muchas anécdotas por contar. Ir por carretera permite vivir las historias en primera fila.
"Cuando uno va solo piensa muchas bobadas, del cansancio uno baja la cabeza. Yo empecé a contar gusanos ciempiés que veía en la carretera, conté 31", dice Andrés mientras recuerda la travesía en la que pedaleó bajo sol y lluvia.
Los dos hinchas poderosos cumplieron su misión, a pedalazos llegaron al estadio Palogrande de Manizales. Vieron al DIM ganar tres puntos, volver a la victoria y seguir adelante con el camino hacia la séptima estrella.
