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El 15 de diciembre pasado contamos la historia de Diana Milena Herrera, una mujer de 29 años de edad, habitante del barrio Popular en la comuna 2 de Medellín, que como consecuencia de una bacteria, perdió sus pies y sus manos. Por más de un año, su vida se ha desenvuelto arrastrándose en el piso de su vivienda.
Gracias a la solidaridad de una fundación, el dolor en sus rodillas desaparecerá porque desde hoy estrena las prótesis que le regalaron y que le permiten ver su sueño de caminar hecho realidad.
Esta mujer, desplazada por la violencia de San José del Guaviare y que ajusta 4 años de vivir en Medellín, dice que las lágrimas quedan atrás para dar paso a las sonrisas.
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Ahora su meta es volver a trabajar para sacar adelante a sus dos hijos, uno de ellos con síndrome de down, y así no depender de la ayuda de amigos y vecinos. Agradece la solidaridad de la gente y dice que no se cambia por nadie y anuncia que el sábado próximo terminará su terapia de adaptación de las prótesis para regresar a su humilde vivienda en el nororiente de Medellín.
