Pico y placa Medellín

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En Belmira, el “bello mirador” del norte, nacieron las primeras casas de “aldeas” de EPM

[El Mundo] En Belmira, que significa “bello mirador o bello paisaje” en portugués, nacieron este jueves las primeras casas de Aldeas.

A campo abierto, haciéndole honor a su nombre, y con una nutrida participación de la comunidad, EPM y las demás empresas cooperantes entregaron en esta localidad del Norte antioqueño las primeras 9 viviendas del programa Aldeas, materializando así el compromiso adquirido hace unos meses de aportar soluciones inmediatas a la problemática de vivienda del departamento.

El Gobierno Nacional, la Gobernación de Antioquia a través de su empresa Viva (Viviendas de Antioquia), la Alcaldía de Medellín con Isvimed (Instituto de Vivienda de Medellín), las alcaldías de cada uno de los municipios beneficiados, las fundaciones Argos y Fraternidad Medellín, Comfama y el Grupo Mundial, decidieron avalar esta iniciativa de EPM, sin antecedentes en Colombia, y sumar esfuerzos, recursos y conocimientos en pro de una misma causa: dotar de vivienda nueva a 1.222 familias campesinas de Antioquia, de escasos recursos, preferiblemente en situación de desplazamiento forzado o voluntario.

“No sólo se trata de construir casas con la madera que cumple su ciclo de maduración en los bosques plantados por EPM alrededor de sus embalses”, indicó el Gerente General de la entidad, Federico Restrepo Posada. “Es una propuesta integral que si bien empieza con la entrega de un techo digno,  involucra toda una dinámica para procurar el desarrollo humano y social, la sostenibilidad ambiental, la generación de empleo y la auto-sostenibilidad a través del impulso a modelos productivos”.

“Queremos más cooperantes”

En su primera fase, Aldeas construirá 572 viviendas en los municipios de Belmira (50), San Luis (50), San Rafael (38), Necoclí (300) y San Carlos (134), con una inversión total de $17 mil 510 millones.

En la segunda fase, que demandará inversiones por más de $18 mil millones, se construirán otras 650 viviendas en Bolombolo (150), Caucasia (300), Nechí (100), Jardín (56) y Bello (44).

Las viviendas se fabrican  en madera inmunizada, en áreas de 36, 42 o 46 metros cuadrados, según el tamaño de la familia. Pueden durar hasta 100 años si se protegen debidamente contra la humedad, la intemperie y el ataque de insectos y de plagas. Se construyen rápidamente y están dotadas con servicios de saneamiento, agua potable y energía. Cada una demanda unos 7 metros cúbicos de madera, y su costo puede oscilar entre $23 y $27 millones.

Además de mejorar la calidad de vida para más de 6 mil personas, potenciar el apego a su territorio y conjurar la posibilidad de desplazamientos hacia las ciudades, la construcción de las 1.222 viviendas previstas impulsará la generación de 270 empleos directos durante la etapa de transformación de la madera, y de otros 200 indirectos en los demás procesos constructivos.